Proyecto ACTIVISTAS

Hay muchas personas que forman parte de la estructura del hospital El Carmelo; y de ellas parte fundamental son las activistas. Se trata de un grupo de mujeres, todas con la infección por VIH y pacientes del centro a las que se les ha formado sobre la enfermedad: su naturaleza, su modo de trasmisión, los síntomas de alarma, la importancia del tratamiento, de mantener el seguimiento en el tiempo, de la realización de los análisis,… Dicha formación se actualiza periódicamente mediante talleres interactivos con los profesionales del centro. La mayoría de ellas, llevan más de 10 años conviviendo con la infección por VIH, han pasado por momentos muy duros y  de motu propio han querido colaborar a través de su experiencia para ayudar a otras personas. Se encuentran tanto en la hospitalización, donde realizan la labor que en nuestro medio equivaldría a las auxiliares de enfermería (ayudan a enfermería, dan de comer a los enfermos, les asean, limpieza global,…), como en las Consultas Externas, dónde su labor se centra en la coordinación y consejo a los enfermos. Quizá es aquí donde más labor desempeñan, pues se encargan de recibir a los pacientes que acuden al Hospital de día, separando a los que tienen que ser atendidos con mayor o menor rapidez, realizan la toma de tensión arterial, peso, explican lo que significa tener infección por VIH, ayudan en la búsqueda de pacientes infectados que aún no han consultado, refuerzan en la adherencia al tratamiento; y todo ello en un lenguaje cercano que todo el mundo pueda comprender.

Actualmente, se trata de 25 mujeres que aportan un sustento a sus hogares; muchas de ellas, son viudas a consecuencia del VIH o tienen hijos también infectados y su salario es la única aportación económica del domicilio.

Desde UTOMI, consideramos su labor como fundamental, un pilar básico en el buen funcionamiento de El Carmelo. Por ello, uno de los esfuerzos estructurales de nuestra asociación es crear un fondo anual estable para contribuir en la sostenibilidad de la remuneración a las activistas, ya que esta depende de ayudas externas y no de la financiación pública del hospital (por el ministerio de Salud de Mozambique).