Rubén Gálvez López - Presidente
Nací hace 35 años en Barcelona, vivo intensamente y disfruto de mi profesión de médico. Actualmente médico internista en Onkologikoa de Donosti. Para más inri granaino de adopción.
Desde que recuerdo intento aportar mi granito de arena. Con experiencias en Camerún, los campos de refugiados saharauis y Mozambique, de esta última surge la necesidad de que estas colaboraciones no sean puntuales y junto a mi compañera de viaje, Ana, decidimos empezar esta pequeña locura en la que nos sentimos tan bien acompañados.
Porque todos necesitamos ayuda en algún momento y este mundo se merece algo mejor de nuestra parte.
Xabier Kortajarena Urkola - Secretario
Soy un donostiarra de 35 años que desde que acabé la especialidad de Medicina Interna trabajo en el área que me gusta, las enfermedades infecciosas. Unido a mi pasión por viajar y conocer otras culturas he tenido experiencias en cooperación en diferentes lugares, entre ellos, Mozambique, donde nació este bonito proyecto con una compañía inmejorable.
Se trata de aportar un pequeño granito de arena y de “pagar” la deuda moral que se contrae cuando se conoce la realidad detrás del telón.
“La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo” Eduardo Galeano.
Ana Fuertes Rodríguez - Tesorera / Coordinadora de voluntariado
Soy una santanderina de nacimiento, médico internista de profesión.
Hace un tiempo Mozambique se cruzo en mi camino y desde entonces, no puedo olvidar el vínculo con El Carmelo ni con sus gentes. Gracias a esa experiencia, nace este pequeño proyecto lleno de ilusión. No podemos salvar todas las vidas pero si formar parte de ellas.
Eso es UTOMI.
Emi González Maestro - Vicepresidenta
Me llamo Emi, tengo 58 años y vivo en Lekeitio. Soy enfermera y también me gusta escribir, leer y viajar. Implicada en lo que tiene que ver con desigualdad, exclusión y falta de acceso de todos a lo elemental como es la salud.
Conocí El Carmelo en una visita casual a mis amigos Ana y Rubén en Mozambique en el año 2015. Me impresionaron los enfermos que conocí, los trabajadores activistas de allí y toda la gente buena con su trabajo diario para mejorar la vida de quien lo necesita.
Para hacer lo poco que pueda me encuentro aquí con excelentes compañeros y para animar a los de alrededor a que se sumen.
